TEATRO

La escena: el Despacho Oval, Casa Blanca, Washington DC.

Están presentes:

Donald J. Trump, presidente

JD Vance, vicepresidente

Marco Rubio, Secretario de Estado

Pete Hegseth , Secretario de Defensa

Michael Waltz, Asesor de Seguridad Nacional

Una mosca en la pared

Waltz: Nuestro punto de partida es que el conflicto con China es inevitable en algún momento. No hay otro país que pueda amenazar nuestra hegemonía. Debemos impedirlo a toda costa.

Trump: Exactamente. Somos el depredador dominante. El mundo es demasiado pequeño para dos depredadores tope.

Waltz: Así que nuestra prioridad es aislar a China. Expandir nuestro poder militar en el teatro del Pacífico. Por eso hay que poner fin a la guerra en Ucrania. Ha empujado a Rusia a los brazos de China. Los BRICS son ahora un insignificante club de conversación, pero podrían ser el comienzo de un bloque antiestadounidense. No podemos permitir esto. Tenemos que separar a Rusia de China y no podemos hacerlo mientras esta guerra continúe. Así que vamos a imponer una paz que permita a Rusia mantener sus conquistas. Con el tiempo, levantaremos las sanciones y normalizaremos las relaciones.

Trump: Todavía hay mucho dinero por ganar en Rusia. Estoy pensando en una Torre Trump en Moscú, por ejemplo. Y en Ucrania también hay mucho que construir, se puede pagar con materias primas.

Hegseth: Además, la guerra nos ha producido todo lo que podíamos esperar. Mi predecesor dio en el clavo cuando dijo que nuestro principal objetivo en esta guerra es la degradación del poder militar de Rusia. Y eso ha tenido bastante éxito. Los rusos han sufrido cientos de miles de pérdidas y gran parte de su arsenal ha sido destruido. ¡Los mamónes tienen que comprar drones de Irán e importar soldados de Corea del Norte! Mientras tanto, su economía se está hundiendo. Ellos han perdido su mercado europeo y nosotros hemos ocupado su lugar. Europa ahora quema gas estadounidense. Y después de tres años de lucha, solo han capturado una quinta parte de Ucrania y han perdido incluso una porción de su propia tierra.

Trump: Gracias a nuestras armas.

Hegseth: Efectivamente. Hemos demostrado que podemos detener a los rusos sin desplegar tropas nosotros mismos. Putin ya ha tenido suficiente. Siempre y cuando obtenga algo del fuego que pueda presentar como una victoria, estará feliz de dejarlo. Y nadie podrá convencerlo mejor que USTED, señor presidente.

Trump: Ya lo puedo ver: construiremos una riviera en el Mar Negro, me darán el Premio Nobel…

Rubio: Estoy de acuerdo en que necesitamos expandir nuestra presencia militar en Asia, pero no podemos dejar de lado a Europa.

Trump: Lo he estado diciendo durante años: es hora de que Europa se las arregle por sí misma. ¿Por qué tenemos que pagar para protegerlos?

Hegseth: Piensan que el “tío Sam” es el “tío Estúpido”.

Waltz: Por supuesto que no vamos a evacuar nuestras bases en Europa, pero necesitan duplicar su gasto militar.

Hegseth: Y estandarizar. Usando los mismos sistemas de armas en todas partes. Y eso significa, en la mayoría de los casos, comprar armas estadounidenses.

Trump: Eso va a ser una bonanza para nuestra industria armamentística. Me van a prender velas.

Rubio: ¿No nos arriesgamos a repeler a los europeos? Tampoco queremos que hagan un acercamiento con China…

Waltz: No hay peligro de eso. Sus manos y pies están atados a nosotros. No pueden prescindir del mercado estadounidense, de las armas estadounidenses. Es hora de que contribuyan más a los preparativos de guerra occidentales. Los líderes europeos lo saben. Y ellos saben que nosotros lo sabemos. También se dan cuenta de que no les exigiríamos que reforzaran sus ejércitos si no los consideráramos aliados.

Rubio: Todavía veo un pequeño problema. ¿Cómo le van a vender eso a su gente? Si hay paz en Ucrania y la tensión en Europa está disminuyendo, ¿cómo van a convencer a la población de que es urgente armarse? Sobre todo ahora que tienen que recortar su gasto social, por sus gigantescos déficits presupuestarios…

Vance: De hecho, eso podría convertirse en un problema. Requiere un poco de teatro político, y nuestros amigos europeos lo saben. Le siguen el juego. Están haciendo sonar unánimemente la alarma sobre la amenaza rusa, como si Putin estuviera a punto de invadir primero los Estados bálticos y luego Polonia y luego Alemania… Todo lo que tenemos que hacer es dar la impresión de que nosotros no intervendriamos en tal caso; que nuestro paraguas no los mantendrá secos.

Rubio: Pero el artículo cinco del Tratado de la OTAN dice que estaríamos obligados…

Vance: Es por eso que hacemos parecer que no nos sentimos obligados por ese tratado, que no nos importa toda la OTAN… Sin decirlo explícitamente, por supuesto. Los líderes europeos necesitan la percepción de que les abandonamos para que puedan decir: no tenemos otra opción.

Trump: Así que ve y regañarlos en Múnich, JD. Dales un susto en Bruselas, Pete. Y yo llamaré a Putin “mi amigo”, a Zelensky un dictador y a los europeos aprovechados. Cuanta más confusión e incertidumbre, mejor. Cuanto menos amigables seamos, más nos temerán y nos harán ricos. Yo lo llamo “el arte de la negociación”.

Sanderr, 19 de Febrero

Subscribe to our newsletter below to get new articles delivered to your Inbox

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *